Falta de deseo sexual: Causas y tratamientos

 

«El amor es hermoso, sólo mientras duran el contraste y el deseo; después, todo es debilidad y costumbre.»

-Soren Kierkegaard-

Es una frase fuerte y dramática, pero también una realidad para muchas parejas. La rutina, la llegada de los hijos, el desempleo, los problemas de comunicación o una enfermedad son elementos que pueden llevar a que la pasión sexual del enamoramiento disminuya o desaparezca. No tiene por qué ser así, existen muchas formas de mantener una relación dinámica a nivel afectivo y erótico.

¿Qué causa la falta de deseo sexual?

Como en todas las difunciones sexuales, las causas de la falta de deseo sexual pueden ser orgánicas, psicológicas/emocionales o una combinación de ambas.

Pero, ¿qué es el deseo sexual?. Helen Singer Kaplan, quien era psicóloga, especialista en sexología y terapia sexual, definió el deseo sexual como

«Un impulso hacia la actividad sexual generado por estímulos internos y externos que incluye fantasías, pensamientos y receptividad y que involucra una raíz biológica y una emocional.»

A la disminución en la intensidad del deseo sexual se le conoce como deseo sexual hipoactivo y a la ausencia total deseo sexual inhibido. La disrritmia es la falta de sincronía en el ritmo de aparición y frecuencia del deseo sexual en una pareja.

Debido a factores tanto fisiológicos como socio-culturales, hay diferencias entre mujeres y hombres en cuanto a la vivencia del deseo sexual y las causas de que éste no se presente o se vea disminuido.

Sobre la falta de deseo sexual en los hombres, el sexólogo David Barrios Martínez nos refiere:

“Esta disfunción erótica se observa frecuentemente en varones con relación de pareja estable, por ejemplo la conyugalidad. En efecto, en las historias clínicas sexuales de los hombres, suele documentarse el hecho de que el apetito sexual, muy activo durante la soltería, se transforma, para decrecer, durante la relación de pareja más estable. En la mayor parte de los casos no es atribuible a factores biológicos, sino al tedio del erotismo que frecuentemente se desarrolla en el matrimonio o en la unión consensual. En estos casos es común y corriente que lo que antes fue pasión desbordada, devenga ahora en ritual monótono y aburrido.”

En el caso de las mujeres, las causas principales tienen que ver con mitos, represión, culpa, factores relacionados con el rol estereotipado femenino.

 

Al respecto, el sexólogo español Francisco Cabello selecciona ocho grupos básicos donde encuadrar los casos, que por orden de frecuencia son los siguientes:

  1. Problemas de pareja.
  2. Disfunciones sexuales previas.
  3. Desmotivación, sin nada especialmente destacable en la evaluación.
  4. Trastornos del estado de ánimo.
  5. Trastornos hormonales.
  6. Medicamentos
  7. Enfermedades crónicas: diabetes, insuficiencia renal, etc.
  8. Otros menos comunes.

 

El tratamiento de psicoterapia sexual para el deseo sexual hipoactivo e inhibido comienza por la elaboración de un diagnóstico detallado para determinar la etiología de la disfunción y si existe alguna otra alteración en la respuesta sexual. Si se trata de una causa orgánica se le atiende médicamente y se trabaja a nivel psicoterapéutico y con ejercicios de terapia sexual.

La psicoterapia puede ser individual o de pareja si fuera posible. Según la doctora Claudia Rampazzo, la psicoterapia trae los siguientes beneficios:

  • Identificación de virtudes personales y de la pareja.
  • Disminución de culpas y recriminaciones.
  • Reconocimeinto de la responsabilidad.
  • Delimitación de gustos y formas de contacto erótico y no erótico.
  • Exploración personal y de pareja desde lo físico y afectivo.
  • Creación de compromisos efectivos sobre cada acto personal y de contribución al bienestar de la pareja.
  • Resolución, desarticulación y dimensión adecuada de conflictos.
  • Prevención de conflictos.
  • Recuperación de la confianza mutua.
  • Construcción y reconstrucción de objetivos eróticos y no eróticos.
  • Atención a otras disfunciones, ya sean causa o efecto de la falta de deseo sexual.

El objetivo de la terapia es que se puedan liberar de estereotipos y expectativas irreales con respecto al placer erótico y que sean ellos mismos y así construyan el goce en todas las áreas de la pareja, no solamente la sexual.

Los ejercicios de terapia sexual están dirigidos para desarrollar en primer plano a nivel individual el placer global (Ej. Autosensibilización), genital y fantasioso. Y cuando esto se ha establecido se pasa a los ejercicios en pareja primero con experiencias de caricias mutuas y después se le suman las genitales.

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Las alteraciones del deseo sexual son un motivo de consulta muy frecuente en mi práctica clínica.  Existen tratamientos estas disfunciones. El primer paso es darte cuenta que lo estás padeciendo, lo que sigue es hacer algo al respecto.

Te recomiendo escuchar los ejercicios de relajación y sensibilización que he publicado.

Si deseas agendar una cita para tratar ésta u otras disfunciones sexuales, ponte en contacto y en breve te responderé.