Fortalece tu músculo sexual con los ejercicios de Kegel

Ejercicios de Kegel

Una y otra vez me sorprendo cuando le pregunto a un(a) paciente si conoce y realiza el ejercicios de Kegel y la mayoría de las veces la respuesta es NO. Me resulta preocupante, ya que a partir de esta práctica mantenemos en forma nuestro “músculo sexual”.

Considero que como parte de nuestra educación sexual debería de estar este tipo de prácticas diseñadas para contactar con nuestro placer erótico, así como para mantener una salud sexual adecuada.

La falta de conocimiento y contacto con nuestra musculatura sexual está relacionado con diversas disfunciones sexuales. En los varones con falta de control del reflejo eyaculatorio y firmeza en las erecciones y en el caso de las mujeres con dificultad para lubricar y alcanzar un orgasmo. Y en ambos casos alteraciones en el deseo sexual.

¿Qué son los ejercicios de Kegel?

Surgen en la década de los 40 cuando el doctor Arnold Kegel los ideó para mujeres que tenían problemas de incontinencia urinaria. Sorprendentemente, además de mejorar los problemas médicos, incrementó también las sensaciones eróticas en órganos sexuales.

Arnold Kegel

Los ejercicios de Kegel consisten en contraer la musculatura pubocoxígea conformada por el piso pélvico que se extiende desde el pubis hasta el coxis. Este músculo es el encargado de soportar el útero, la vejiga, el recto y el intestino delgado.

¿Cómo realizar correctamente los ejercicios de Kegel?

Ejercicios de Kegel

  1. Identificar el MPC.  Una forma sencilla de ubicarlo es interrumpiendo y reiniciando el chorro de la orina. Contrayendo el ano, el esfínter de la orina, el perineo y en el caso de las mujeres el orificio vaginal. Es importante evitar contraer otro grupo de músculos como los glúteos, el abdomen o los muslos para aislar la contracción y obtener mejores resultados.
  2. Una vez que hayas identificado el músculo, apriétalo durante 5 segundos y luego relaja por 5 segundos y repite estos ejercicios 20 veces, esto se considera una serie. Realiza 3 ó 4 series al día, todos los días. Con el tiempo puedes ir aumentando las repeticiones y disminuyendo el tiempo.
  3. Incorpora los ejercicios de Kegel a tu rutina diaria. Los puedes asociar a otras actividades cotidianas como conducir, hablar por teléfono, lavar los trastes, etc. Para lograr una mayor concentración, relajación y contacto con tu MPC asegúrate de inhalar cuando contraes y exhalar cuando liberas.

Beneficios de los ejercicios de Kegel

En terapia sexual utilizamos los ejercicios de Kegel para el tratamiento de todas las disfunciones de la vida erótica debido a que favorece la irrigación de la sangre a la zona pélvica, lo cual mejora la respuesta sexual. Es decir, aumenta el deseo sexual, la excitación se hace más intensa mejorando la lubricación vaginal y las erecciones, además facilita la liberación de la respuesta orgásmica y aumenta su duración e intensidad.

La doctora Fina Sanz en su libro “Psicoerotismo femenino y masculino” nos dice que:

“Conocer y manejar a voluntad la musculatura pubococcígea te será muy útil para:

1) Conocer mejor tus genitales y sus posibilidades dándote cuenta de que tú decides.

2) Producirte placer.

3) Favorecer el orgasmo.

En un encuentro erótico genital, si eres mujer sentirás a través de tu vagina más intensamente a la otra persona (si contacta contigo mediante un dedo o el pene); podrás en un coito ayudar al hombre a controlar su eyaculación (para esto, él tiene también que saber cómo hacerlo).

Si eres varón, tu pene tendrá mayor movimiento y con ello producirás también más placer a la otra persona. Te ayudará también a percibir, detener y controlar la eyaculación.

Dedica un pequeño tiempo al día. Hazlo en casa o incluso fuera de ella (sentada(o) en el banco de un jardín, o en un bar, etc.). Son muy discretos, sobre todo en las mujeres.”

La práctica regular de estos ejercicios aumenta y mantiene las sensaciones genitales.

¿A quién le puede servir los ejercicios de Kegel?

A mujeres y hombres en cualquier etapa de su vida ya sea que tengan o no una disfunción sexual. Los músculos genitales necesitan ejercicio así como cualquier otro músculo de nuestro cuerpo.

Durante la pubertad y adolescencia estos ejercicios serán de utilidad para conocer y controlar el MPC, durante la etapa adulta para mantenerlos en forma y sensibles y durante la vejez para evitar su deterioro.

Son especialmente útiles si existe una disfunción de la vida erótica, incontinencia urinaria o fecal o durante el embarazo.

Conclusión

Actualmente hay muchos recursos que podemos aprovechar para ayudarnos a fortalecer nuestro MPC como videos, aplicaciones, audiolibros y mucha información. No importa de qué forma decidas hacerlo, pero incorpóralos como parte de tu vida. La disciplina y la constancia son tus aliados para consolidar tu plenitud sexual.

No olvides hacerlo siempre, sin importar tu edad o condición física. Te invito a que no sólo hagas Kegel, sino que te conozcas a todos los niveles, buscando el placer en todas las áreas de tu vida.

Si deseas acudir a terapia para atender de manera integral alguna disfunción sexual, agenda tu cita aquí.